Aunque el segundo set le costó casi una hora, la estadounidense Venus Williams alcanzó los cuartos de final del Abierto de Australia, sin ceder un solo set, tras vencer a la alemana Mona Barthel, de la fase previa, y 181 del mundo, por 6-3 y 7-5.
“Naci para jugar este deporte. Soy grande, alta y golpeo fuerte.
Estaba destinada a ello”, fueron las palabras de la mayor de las Williams tras colocarse por segunda vez en tres años en los cuartos de final de Melbourne, y la 37 en un Grand Slam, y dedicar al público después un estudiado giro de baile que ejecuta al saludar cuando obtiene la victoria.
Los movimientos de Venus pueden parecer lentos, pero su oficio es práctico y letal en la definición. Tiene en su raqueta esa habilidad especial para acabar el punto cuando lo necesita, y todavía, a pesar de sus 36 años.