Por Bienvenido Carmona
Lean este relato: un hombre de 59 años de edad, diabético e hipertenso, llegó la tarde de este viernes a la emergencia del Grupo Médico San Martín en busca de asistencia, debido a que una ameba lo había estado diezmando durante varios días.
Se acercó al escritorio donde estaba una de las doctoras de turno y le pidió ayuda, indicándole lo que le pasaba, pero ella alegó que se sentía “mala” y se paró.
Entonces otra entró en escena y preguntó que qué le pasaba al señor y él le dijo que “me siento muy mal y mi esposa me hizo análisis y es que tengo una ameba que me está matando”.
Al pasar algunos minutos sin que le dijeran algo, el hombre le preguntó a la mujer que qué harían con él y ella, casi sin inmutarse, le contestó (de espalda a é) que “señor, lo que le podemos hacer aquí ya su esposa se lo hizo. A usted tiene que verlo un gastro enterólogo”. “¿Y a esta hora (2.30 de la tarde) habrá uno?”, le preguntó el enfermo y ella tomó el teléfono, llamó y preguntó. Le dijeron que no había. Y así se lo informó al paciente, pero aun no había acabado de darle la noticia negativa cuando exclamo en voz alta “¡y como va a haber, es que hoy es viernes!”. Oigan que excusa más fuerte para no atender a un paciente que acude a emergencia, que ¡ES VIERNES!”. Pero lo peor es que no solo no lo atendieron, sino que ni siquiera le tomaron la presión a ver como estaba.
El hombre y su hijo solo se miraron con impotencia. Y se fueron, los dejaron ir sin ponerle la mano. Sin ni siquiera sugerirle algún medicamento.
El sentía tanta impotencia, que cuando el hijo le preguntó que qué hacían, él le dijo “vamos para la casa”.
Cuando vemos al Colegio Médico reclamando tanto (justo o no), cuando vemos al Gobierno haciendo estructuras (necesarias o no), después de ver ese episodio en un centro privado, donde el paciente paga su dinero, surgen dos preguntas como un rayo: ¿cómo será en los sitios públicos? Y ¿hay sistema de salud en República Dominicana o estamos ante algo fallido?
Para responder la pregunta que se están haciendo de quién sería “ese infeliz”, pues “ese infeliz” fui yo.
La clínica es demandable por poner en riesgo la vida de una persona, pero eso no es importante, lo importante es que la dirección reúna a su personal y les hagan saber que a los pacientes hay que atenderlos, que no deben darles de lado, porque algún día se pueden topar con un enfermo que tenga voz, con alguien que los denuncie, como está ocurriendo en este momento.
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