Metáforas bélicas
Por Jorge Rolando Bauger
Para los románticos el fútbol posibilita la competencia deportiva e inspira una cálida fraternidad humana y para la mayoría de los pragmáticos el fútbol es una especie de guerra.
El genial escritor uruguayo Eduardo Galeano (Fútbol a sol y sombra), escribió que el fútbol representaba la sublimación de la guerra, en tanto que el argentino Osvaldo Soriano afirma que el fútbol tiene la significación de la guerra, con sus conflictos y dramas, pero sin muertos. El experto en comportamiento humano Jurgen Klaise, considera que el fútbol es el principal antidepresivo moderno para aquellos que no van a la guerra.
Lo cierto es que con frecuencia leemos crónicas y escuchamos narraciones de partidos de fútbol en las que se sublimiza el lenguaje bélico. Las exageradas comparaciones de los narradores y comentaristas nos hacen sentir que se trata de una contienda bélica y no una competencia deportiva.
Desafortunadamente el fútbol (y creo que otros deportes también), ha incorporado múltiples metáforas bélicas a su vasto glosario especializado.
Consciente o inconscientemente recurrimos a vocablos que nos trasladan literalmente a un campo de batalla, en lugar de ubicarnos en un terreno de juego.
Lean estos ejemplos: “El equipo visitante salta al campo de juego enemigo con toda su artillería disponible para intentar derrotarlo”, “El delantero realizó un poderoso cañonazo a la portería como si fuera a fusilar al portero”. “Los atacantes rivales bombardearon con todo tipo de misiles (de corta y larga distancia) la portería rival”.
“La férrea defensa fue inexpugnable para los hábiles guerreros del equipo contrario”. Palabras como disparar, rematar, invadir, maniobrar, accionar en zona de peligro, proyectil, atacar, defender, contraatacar, invadir, estrategia, victoria, derrota, artilleros, capitán, enemigos, contrincantes, por citar las más usadas, son propias de la guerra, pero, son utilizadas en la narración y comentarios de los partidos de futbol. Eso es así.
Pensamos que en todo momento debemos tener presente que no es posible aspirar a la paz si usamos la fuerza, aunque sea metafóricamente.
Cuánta razón tuvo el intelectual francés Jean Paul Sartre (1905-1980), al afirmar que el fútbol era una metáfora de vida que debía inspirar paz y no generar violencia.