Por Ariel Romero
No escaseará tu aceite ni tu harina
Es muy fácil saber que cuando tenemos las condiciones podemos ayudar al prójimo en su momento de escasez y dificultad. Hasta ahí se nos hace muy sencillo y nos sentimos personalmente satisfecho por haber realizado algún bien.
Sin embargo, cuando nos encontramos en condiciones de escasez como la que leerás ahora, ¿actuaríamos igual?: Elías se levantó y se fue. Cuando llegó a Sarepta vio a una viuda que estaba juntando leña. Entonces la llamó y le dijo: “Por favor, tráeme un poco de agua en un vaso”.
Cuando la viuda se volvió para traérselo, él le dijo: “tráeme también un poco de pan”. Pero la mujer le dijo: “te juro por Dios que no tengo pan. Solo tengo un poco de harina en una jarra y un poco de aceite en una botella. Ahora estoy juntando leña para ver qué preparo para mi hijo y para mí. Después de comer probablemente moriremos de hambre, pues ya no tenemos más comida”.
Entonces Elías le contestó: “No tengas miedo. Ve y haz lo que has dicho, pero primero cocina un pequeño pan para mí y tráemelo”. Y la mujer lo hizo. ¿Actuaríamos igual? ESCUCHA, pues el Dios de Israel dijo que no se terminará la harina que está en la jarra ni el aceite que tienes en la botella hasta que Él haga llover otra vez sobre la faz de la tierra.
(Hebreos 6:10) porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo ministrado y ministrando aún a los santos.
DIOS ES UN PADRE BUENO, EL ES FIEL A SUS PROMESAS Y SUS PALABRAS, NO DUDEMOS CUANDO EL DICE QUE NO ESCASEARA SOBRE NUESTRA MESA EL.
Pronto vendrá una respuesta por tu entrega y tu espera.
DIOS TE BENDIGA.