Como asesor en comunicación estratégica y marketing político me mantuve pendiente de los acontecimientos electorales en la Republica Dominicana, aquí comparto una breve opinión personal sobre las elecciones presidenciales y congresuales que tuvieron lugar el pasado domingo 19 de mayo, y que han mostrado un panorama político y social que invita un profundo análisis.
Quedó demostrado ante sus oponentes principales, el tres veces presidente buscando su cuarto mandato el doctor Leonel Fernández y en su primera aparición como candidato presidencial ex alcalde de Santiago, Abel Martínez, los cuales se movieron a felicitar vía telefónica tras el primer boletín emitido por la Junta Central Electoral al presidente Luis Abinader Corona, candidato del partido PRM, quien fue reelegido con un respaldo cercano al 60 %, mientras que sus adversarios (Fernández con un 29%) y (Martínez con 10%), indica un amplio respaldo de la población, dándole un voto de confianza a Abinader, con la esperanza de ver nuevos funcionarios en las instituciones que quedaron muy mal parada en sus primer mandato de gobierno. Luis yiene la oportunidad de gobernar con un congreso en ambas cámaras, en este entorno mundial que se encuentra en constantes cambios y conflictos, con una crisis en el país vecino que no mejora. Tanto el PRM como el presidente Abinader tienen sobre sus hombros las más grande expectativas de la población, ya que rompió con una mala de solo un periodo de gobierno, racha arrastrada por un tradicional partido (PRD), para este próximo cuatrienio tiene el compromiso de poder plasmar las buenas intenciones que tanto se habló y dejar un legado para su generación política y las que vendrán. Ya sea la Reforma Fiscal y los llamados candados a la constitución que tanto se habla
Llama a reflexión el 46% de los que tienen derecho al voto, optaran por no participar en las elecciones presidenciales y congresuales, en la comunicación digital y streaming, sobre si el voto tiene que ser obligatorio, que piensas tú querido lector, sin lugar a dudas representa un desafío significativo. Y debería ser un llamado a la acción para implementar medidas que fomenten una mayor participación con miras a las elecciones del año 2028 este sería el reto de los partidos y la Junta Central Electoral.
Les aseguro que Leonel Fernández se ve con jovencitos novatos en la competición de la campaña del 2028.
Se hace necesario promover sin descanso la participación cívica desde temprano, y el cambio de nuevos rostros, para fortalecer la confianza en la institucionalidad democrática y garantizar que las opciones electorales reflejen verdaderamente las aspiraciones y necesidades del pueblo dominicano.
Otra observación para analizar es el surgimiento y la popularidad de las candidaturas y partidos de ideas de ultraderecha. Que vienen tomando poco a poco un porciento en cada presentación electorales; este fenómeno plantea importantes preguntas sobre el estado de nuestra democracia y nuestra unión social. Aunque pudiera decirse que surge como reflejo de la insatisfacción de una parte de la población con el sistema político y las élites sociales tradicionales, me parece escuchar un grupo que ocupa la Región este del país y ya tienen su delfín político, estos ultraderechistas y libertarios plantea preocupaciones sobre los actuales discursos cargados de igualdad social pero la historia a demostrados que estos discursos socialista terminan convirtiéndose en antidemocráticos junto al creciente riesgo de polarización y conflicto social.
El auge de estas expresiones extremas no es exclusivo de la República Dominicana, es la tendencia en muchos países alrededor del mundo de la ultraderecha han ganado terreno promoviendo políticas nacionalistas y antiinmigración.
Los gobiernos que simpatizan con esta corriente han mostrado tendencias preocupantes en cuanto a los derechos humanos y la economía, poniendo en marcha políticas que amordazan la libertad de prensa y la independencia judicial. Asimismo, en términos económicos, estos gobiernos tienden a favorecer modelos que perpetúan la desigualdad económica.
El incremento en los niveles de abstención electoral, combinado con el repunte de movimientos de ultraderecha y libertarios, plantea serias preocupaciones para la salud democrática de nuestra sociedad y claramente nos señala la importancia de robustecer nuestras institucionalidad y promover una cultura política basada en el diálogo, cooperación, la inclusión y principalmente el respeto a los derechos humanos.
Es Inminente que la patria nos reclama unirnos en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y solidaria.
Hablamos en el 2028.
Hasta luego,
Ariel Romero
Asesor.