Llamado a la paz y la reflexión en estas fiestas
Por Max Montilla
montillamax@gmail.com
Este artículo será el último de este año, espero que estas líneas la
atesoren en estas fiestas y le hagan caso no solo porque lo digo, sino
por sus familiares.
La temporada navideña es un tiempo de unión, celebración y
esperanza, un período que muchos esperan con ansias para
compartir momentos especiales con seres queridos. Sin embargo,
también es un momento en el que el peligro se acecha en nuestras
calles, donde la cantidad de accidentes de tránsito aumenta
considerablemente durante diciembre. En este mes tan significativo,
la reflexión y el compromiso por la paz y la seguridad vial son más
necesarios que en otras épocas del año. Es crucial recordar que la paz
comienza con nuestras acciones cotidianas, no solo en los hogares,
sino también en las carreteras.
En diciembre, las celebraciones, el comercio y el turismo hacen que
las calles se llenen de vehículos y personas. Lamentablemente, los
datos reflejan un aumento alarmante en los accidentes de tránsito,
muchos de los cuales se deben al exceso de velocidad, el consumo de
alcohol y la falta de respeto a las señales de tránsito. Según
estadísticas de la Dirección General de Tránsito Terrestre (DGTT), en
diciembre del 2023 se reportaron más de 300 muertes por accidentes
de tránsito en nuestro país. Este número es solo una fracción de los
cientos de familias que sufren cada año por la pérdida de un ser
querido, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de un
cambio en la forma en que nos comportamos en las calles.
La navidad debe ser un motivo para dar gracias y para reflexionar
sobre lo que realmente importa: la vida y el bienestar de nuestros
seres queridos. Sin embargo, los accidentes de tránsito siguen
cobrando vidas innecesarias, interrumpiendo celebraciones y
destruyendo familias. El exceso de confianza al volante, la conducción
bajo los efectos del alcohol y el no respetar las señales viales son
comportamientos que, lamentablemente, se intensifican durante las
festividades. En diciembre del 2022, por ejemplo, el número de
fallecidos en accidentes viales fue de 285, un aumento del 15%
respecto al mismo mes del 2021. Esta tendencia nos invita a reflexionar
sobre la importancia de adoptar una actitud más consciente y
responsable al conducir.
La reflexión es clave para cambiar estos patrones. Durante esta
temporada, es esencial recordar que cada vez que tomamos el
volante, tenemos una responsabilidad no solo con nosotros mismos,
sino también con los demás. La vida de otras personas depende de
nuestras decisiones al conducir. Es momento de dejar de lado las
distracciones, como el uso del celular, y centrarnos en el presente, en
el camino y en nuestra seguridad. La paz en las fiestas no solo se
encuentra en las reuniones familiares, sino también en la tranquilidad
de saber que llegamos a nuestro destino sin causar daño a otros.
Además, es importante señalar que la colaboración de todos los
actores en la vía, como peatones, conductores y autoridades, es
fundamental para crear un ambiente de seguridad. Las autoridades
deben seguir realizando operativos de prevención, seguir con las
pruebas de alcoholemia y se refuerzan las medidas de control en las
principales avenidas y carreteras del país. Sin embargo, la verdadera
transformación debe partir de la educación vial y la conciencia
colectiva. Si todos adoptamos una actitud más cautelosa, los
accidentes pueden disminuir significativamente.
La paz, por tanto, se logra no solo con palabras, sino con acciones.
Desde los hogares hasta las calles, debemos estar comprometidos
con un comportamiento responsable. En vez de apurarnos por llegar a
un destino, debemos valorar más el tiempo de calidad con nuestros
seres queridos y la seguridad de todos los que comparten el camino
con nosotros. Pequeños cambios en nuestra actitud pueden evitar
tragedias que marquen para siempre las vidas de muchas familias
dominicanas.
Es necesario también resaltar que muchas veces las muertes en
accidentes de tránsito son prevenibles ya que, el uso del cinturón de
seguridad y el respeto a los límites de velocidad han demostrado ser
determinantes en la reducción de víctimas fatales. Un cambio de
mentalidad en cuanto a la importancia de estos simples pero
eficaces hábitos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte
en esta época de fiestas. La seguridad vial no es solo un compromiso
de las autoridades, sino de todos los ciudadanos.
Finalmente, en estas fiestas decembrinas, hagamos un esfuerzo por
generar un ambiente de paz y seguridad en nuestras comunidades.
Reflexionemos sobre nuestras acciones al volante, sobre cómo
nuestra conducta puede impactar no solo nuestra vida, sino también
la de los demás. Sigamos el ejemplo de aquellos que priorizan la
seguridad, respetan las normas de tránsito y eligen conducir con
responsabilidad. Solo así, podremos disfrutar de una navidad
verdaderamente feliz, donde la paz y la vida sean los verdaderos
regalos que nos damos y recibimos.
Nos leemos el próximo año, con sueños de cambios y que podamos
construir un mejor país.