Friendshoring: Una Oportunidad Estratégica para Impulsar la Economía Dominicana
Por Max Montilla
Ante que todo, empecemos a definir lo que es elFriendshoring, en palabras llanas implica reubicar cadenas de suministro y operaciones en países aliados política o económicamente, que comparten valores o relaciones estables. Su principal objetivo es, minimizar riesgos asociados a tensiones geopolíticas o comerciales, como sanciones o disputas internacionales.
Ahora bien, en un mundo globalizado y cada vez más influenciado por las tensiones geopolíticas, la República Dominicana se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar una tendencia emergente: el friendshoring. Esta estrategia, que prioriza la relocalización de cadenas de suministro en países aliados política y económicamente estables, podría transformar la economía dominicana al atraer inversiones extranjeras, fortalecer la industria local y diversificar los mercados. Pero, ¿cómo puede el país capitalizar esta oportunidad?
El friendshoring ha ganado relevancia en el contexto de la creciente rivalidad comercial entre grandes potencias como Estados Unidos y China. Empresas estadounidenses y europeas buscan trasladar sus operaciones a naciones que compartan valores democráticos y relaciones estables. En este escenario, la República Dominicana, con su cercanía a Estados Unidos, su estabilidad política y su marco legal favorable a la inversión extranjera, emerge como un candidato ideal para captar estas relocalizaciones estratégicas.
Uno de los principales beneficios del friendshoring para la República Dominicana sería el incremento de la inversión extranjera directa (IED). Al convertirse en un destino preferido para empresas que buscan alejarse de mercados inestables o con riesgos geopolíticos, el país podría atraer nuevos capitales que impulsen sectores clave como la manufactura, la tecnología y los servicios. Esto no solo fortalecería la infraestructura industrial, sino que también generaría empleo de calidad y fomentaría la transferencia de tecnología.
El impacto en el empleo sería significativo. La instalación de nuevas fábricas y centros de servicios en territorio dominicano demandaría mano de obra calificada, lo que incentivaría la formación técnica y profesional en áreas específicas. Además, la diversificación de la economía hacia sectores de mayor valor agregado, como la tecnología o la producción de componentes electrónicos, reduciría la dependencia de sectores tradicionales como el turismo y las zonas francas textiles.
Otro aspecto relevante es el fortalecimiento de las relaciones internacionales. La participación en cadenas de suministro de países aliados no solo consolida la posición de la República Dominicana como socio estratégico en la región del Caribe, sino que también abre puertas a tratados comerciales más favorables. Esto podría traducirse en acceso preferencial a mercados internacionales, mejorando la competitividad de los productos dominicanos en el extranjero.
Sin embargo, para maximizar los beneficios del friendshoring, la República Dominicana debe enfrentar ciertos desafíos. La mejora en la infraestructura logística, la modernización de los puertos y la inversión en energía sostenible son fundamentales para garantizar que el país sea competitivo a nivel global. Asimismo, es necesario fortalecer el marco regulatorio para ofrecer mayor seguridad jurídica a los inversionistas extranjeros.
La digitalización y la innovación también jugarán un papel clave. La adopción de tecnologías emergentes y la promoción de un entorno favorable para startups y empresas tecnológicas pueden posicionar al país como un centro de innovación en el Caribe. Esto no solo atraerá inversiones, sino que también fomentará el desarrollo de talento local en áreas de alta demanda global.
En conclusión, el friendshoring representa una oportunidad única para que la República Dominicana diversifique su economía, fortalezca su posición geopolítica y mejore la calidad de vida de sus ciudadanos. Con políticas estratégicas, inversiones en infraestructura y un enfoque en la innovación, el país puede convertirse en un referente regional en la nueva era de las cadenas de suministro globales. Aprovechar esta tendencia no solo beneficiará a la economía, sino que también consolidará al país como un socio confiable y competitivo en el escenario internacional.
Nos leemos en otro artículo, Dios mediante