El Alto Costo de los Accidentes de Motocicletas en República Dominicana
Segunda parte
Max Montilla
Siguiendo con el tema de la semana pasada, el impacto financiero de estos accidentes es igualmente preocupante. En 2023, el país gastó aproximadamente 130,000 millones de pesos en atención médica y hospitalaria para víctimas de siniestros viales, lo que equivale al 2.2% del Producto Interno Bruto (PIB). Este gasto incluye hospitalización, cirugías, rehabilitación y otros servicios médicos, además del impacto económico en la productividad laboral.
La República Dominicana continúa enfrentando desafíos significativos en materia de seguridad vial, especialmente relacionados con los accidentes de motocicletas. Según datos del Observatorio Permanente de Seguridad Vial (Opsevi), en 2024 se registraron 3,114 muertes por accidentes de tránsito, de las cuales el 65.5% involucraron motocicletas.
El parque vehicular dominicano refleja una alta prevalencia de motocicletas. En enero de 2024, de las 5,838,510 unidades registradas, 3,298,697 eran motocicletas, representando el 56.5% del total. Este crecimiento del 82.9% en la última década subraya la popularidad de este medio de transporte.
La percepción de riesgo entre la población es elevada. Una encuesta realizada en Santo Domingo reveló que el 73% de las muertes por accidentes de tránsito en 2024 involucraron motociclistas, señalando como principales causas el exceso de velocidad, la falta de uso de casco protector y maniobras imprudentes.
La distribución geográfica de los accidentes muestra que la provincia Santo Domingo lidera con un 11.9% de los siniestros. Además, la autopista Duarte fue la vía con mayor número de accidentes, registrando 338 eventos en 2024.
El análisis temporal indica que el 56.4% de los fallecimientos ocurrieron entre lunes, sábado y domingo, con un 32% de las muertes registradas entre las 6:00 p.m. y las 11:59 p.m., lo que sugiere la necesidad de reforzar las medidas de seguridad durante estos periodos.
A pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad vial, las cifras indican que los accidentes de tránsito siguen siendo una de las principales causas de mortalidad en el país. Es imperativo continuar implementando políticas públicas enfocadas en la educación vial, el cumplimiento de las normativas de tránsito y la mejora de la infraestructura vial para reducir estas cifras alarmantes.
Uno de los factores principales que contribuyen a estos accidentes es el incumplimiento de las normas de tránsito. En el último año, se registraron más de 1.3 millones de infracciones de motociclistas, de las cuales 409,074 fueron por no usar casco protector. Además, 113,655 infracciones se debieron a cruces en semáforos en rojo, lo que refleja una falta de conciencia sobre la seguridad vial.
El consumo de alcohol también juega un papel importante en los accidentes de tránsito, contribuyendo a cerca del 20% de estos incidentes. Conducir bajo los efectos del alcohol reduce los reflejos y la capacidad de reacción, aumentando significativamente el riesgo de colisión. La falta de fiscalización y la permisividad ante estas prácticas agravan aún más la problemática.
Ante esta crisis, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) ha implementado medidas como el Plan de Registro de Motocicletas, logrando identificar 841,259 unidades. También se han impulsado campañas de concienciación y programas de capacitación en seguridad vial dirigidos a motociclistas, aunque aún se requiere una mayor regulación y control.
La falta de infraestructura adecuada es otro problema que afecta la seguridad de los motociclistas. Muchas carreteras carecen de señalización adecuada y mantenimiento, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Mejorar la calidad de las vías y garantizar espacios seguros para los motociclistas es esencial para reducir la siniestralidad.
Si bien las acciones del gobierno y las instituciones han generado avances, es fundamental un esfuerzo conjunto de toda la sociedad. La educación vial desde edades tempranas, el cumplimiento estricto de las normas de tránsito y el fortalecimiento de la fiscalización pueden marcar la diferencia en la reducción de accidentes de motocicletas.
En conclusión, la República Dominicana enfrenta un desafío urgente en materia de seguridad vial. La alta incidencia de accidentes de motocicletas no solo cobra vidas, sino que también representa un enorme costo económico para el país. Solo con políticas integrales, educación y una cultura de respeto a las normas de tránsito se podrá revertir esta preocupante tendencia.
Debemos de buscar la forma de como reducir esas cifras que están en negritas en este artículo. ¿Podemos? Claro que sí, pero debemos de poner cada uno un granito de arena y crear la conciencia sobre el impacto que esto nos genera, no solo en el P.I.B, sino para las estadísticas que no son tan favorables para las familias dominicanas.
Nos leemos en otro artículo, Dios mediante.