Por Ariel Romero
Los ocho filtros
Nosotros como individuos nos caracterizamos por la manera en que aprendemos las cosas en la vida. Existen modelos y ejemplos para recibir conocimiento, cuanto más de aquellas cosas que son útiles para el diario vivir, tomando en cuenta que necesitamos educarnos y formarnos. ¿De estas dos cual es prioridad? Quizás tienen el mismo valor para el comportamiento social. Tenemos herramientas que nos permiten recibir enseñanzas, como aprender a escuchar, viendo, observando, recibiendo de otras personas sus conocimientos y experiencias, lo que hacemos es repetir formas y manera de comportamiento reevaluados por nosotros. Lo mejor es cómo filtramos cada una de estas cosas que recibimos, vemos y aprendemos, ya que todo llega a nuestra mente y pensamientos, como aseguramos que esto o aquello puede ser funcional para la vida que tenemos como individuos.
Filipenses 4:8 dice explícitamente que en esto pensemos, para qué será que el apóstol Pablo dejó estas palabras, no parecen tener algún grado de interés para nosotros, el religioso tiene su manera de vivir prudentemente, también aquellos que no lo son, sin dar lugar a señalamientos. Estos, no llevan una vida fuera de su orden, si vemos, el no religioso tiene su código de conducta, eso de jakuna matata, sin preocuparse, es como hay que vivir, o Alofoke, pero la verdad simple y llana, esa no es una conducta para una sociedad con valores y principios. Volviendo a lo que Pablo dijo, que pensemos en esto, lo verdadero, lo honesto, lo justo, lo puro, lo amable, lo de buen nombre, lo que tiene virtud, lo digno de alabanza.
A esto, le llamo los ocho filtros por donde una persona tiene que pasar todo lo que desea y quiere que entre a su vida, cómo aprendemos ya sea nuestra educación o formación, estas necesitan ser filtradas para que entre a nuestra mente y pensamientos, para seguir haciendo del mundo uno mucho mejor. Corremos peligro ya que muchas cosas honestas y honorables de nuestras sociedades están desapareciendo, por una generación que no quiere sentir ataduras, responsabilidades y mucho menos compromisos, les gusta sentirse sensibles ante cualquier cosa.
En esto pensad.
Dios te bendiga.