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Talento humano: promotor del desarrollo

Por: Sabala Ricardo Yen

sabala95@outlook.com

 

Estudiar los dilemas del desarrollo es una tarea obligatoria para los cientistas sociales que aspiran a canalizar las preocupaciones cotidianas de la gente, para transformarlas en políticas públicas que generen un impacto positivo en la realidad o día a día de la población. Si hacemos un breve repaso de las teorías o planteamientos intelectuales para explicar el por qué una parte del mundo se desarrolla y otra latitud se mantiene rezagada y en el ostracismo, es perentorio revisar la literatura sobre ese particular.

Algunos teóricos del desarrollo que adoptan una visión determinista, sostienen que depende del lugar geográfico. Esto quiere decir, si hay condiciones climáticas adecuadas o recursos naturales, se puede lograr el desarrollo y dar el salto social como sociedad, no obstante, esa perspectiva está descartada debido a que existen países que no poseen esas condiciones antes mencionadas, pero son referentes mundiales en la exportación de productos de alta intensidad tecnológica y existe y a su vez sus ciudadanos gozan de bienestar social, tal es el caso de Japón, Suiza, etc.

Otros entiendes que el factor racial determina el desarrollo, en virtud de que un grupo humano exhibe mejores condiciones. Esto también queda en tela de juicio, ya que países como Sudáfrica, que  tiene un pasado colonial de atrocidades y vejaciones, hoy es una potencia emergente en el mundo y esto se debe esencialmente a la calidad del liderazgo que dejó atrás los resentimientos de grupos y avanzar en una agenda en común de inclusión. Esto fue posible gracias al carácter conciliador de Nelson Mandela.

Otros deterministas sustentan que las naciones que asumen la religión como norte y guía permanente, están condenadas al fracaso porque se desarrolla la alienación, sumisión y conformismo, no obstante, la religión en infinidad de países como en el mundo árabe es un elemento de cohesión y les ha permitido ser modelos indicadores como el crecimiento económico, índice de desarrollo humanos, entre otros.

Por otro lado, algunos manifiestan que el no tener una clase empresarial pujante e innovadora condena a los países al fracaso por la escasa visión del sector privado. 

Las experiencias de los milagros económicos de los últimos 40 años, demuestran que la promoción del talento humano es fundamental para cualquier sociedad. El talento humano es tan potente que tiene la capacidad de hacer florecer un desierto, en esencia es más importante y valioso que el oro, plata, petróleo, etc, porque precisamente es el capital humano que puede explotar las riquezas y si no existen tales recursos, la creatividad e innovación en otros rubros les permitirá dar un salto adelante.

Finalmente, entiendo que se debe hacer un mayor esfuerzo en promover el talento humano hasta más no poder. Es increíble pensar en cuantos Bill Gates nacen en la República Dominicana, o cuantos Zuckenber, Stephen Hawking, en fin, grandes cerebros que no pueden desarrollar su potencial al más alto nivel ya que nuestro sistema escolar no tiene la capacidad de detectarlos. Es hora de pensar en el talento humano, es una tarea inconclusa que hay que asumir y promover.

¡EN MARCHA!

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